viernes, 4 de junio de 2010

VISTA DE LA FUGA DE LOS CUATRO REALES DESDE EL CAUCE DEL BARRANCO .

 Fue esta evangelización la que hizo que el Mencey Añaterve hiciese un pacto de amistad con el que iba a ser su futuro conquistador, Alonso Fernández de Lugo, pacto por el cual, según cuenta la leyenda, arrepentido de haberlo hecho, se suicidaría más tarde el Mencey Añaterve arrojándose desde la denominada Fuga de los Cuatro Reales. Este pacto provocó que muchos guanches llegasen a considerar al Mencey como traidor de su propio pueblo, por lo que muchos de ellos decidieron marchar a ocultarse a las zonas más altas del Valle de Güimar. El Barranco de Badajoz supuso para estos guanches un auténtico refugio. Los manantiales que corrían por el barranco les proveían de agua más que suficiente; la abundante vegetación entre la que se contaban árboles frutales, les daba alimento; y su abrupta y escarpada geografía, sumado a la abundancia de cuevas, les ofrecía escondite y alojamiento. Hasta bien entrado el siglo XVIII algunos guanches vivieron allí dedicándose principalmente al pastoreo.
Al barranco se puede acceder desde el barrio de la Hoya (Güímar) , si  quieres pasar un poquito de miedo, visitarlo a partir de las diez de la noche .

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